jueves, 2 de abril de 2009

HISTORIA DE VIDA

¡HASTA ENCONTRAR EL AMOR!
Cada momento de la vida es especial, cada suspiro que se roba al viento es único, el día en que se vive es distinto, cada historia de amor es diferente, nada se repite de igual manera porque cada ser es especial.
Así es la vida de Andrés, un hombre criado y educado bajo una ideología altamente católica, y quizá es casualidad de la vida pero es en ese camino donde conoce a su primera novia. Desempolvando recuerdos y refrescando memoria Andrés abre su corazón y comparte la parte más oculta de su ser, “el inicio de su vida sentimental”. Es en un grupo religioso a sus 18 años donde conoce a Elena su primera novia, una chica de 21 años. “Realmente yo empecé a tener novia ya grande, ella fue mi primer pareja y solo duramos siete meses, yo fui quien terminó la relación porque las cursilerías no van conmigo” dice Andrés al cuestionarlo acerca de su vida sentimental. Una serenata que Elena le regaló acabó con el encanto, pues está muy alejado de lo que a él le agrada y considera importante. “Ir con un peluche y un globo de gas a medio zócalo nunca lo hice ni lo haré, solo es valor civil, hay mas formas de demostrar el afecto, eso no es para mí”, argumentó Andrés después de declarar que él fue quien terminó la relación.
Sin duda un hombre difícil pero no imposible, un anti romántico amante de la libertad y alejado de detalles hipócritas. De esta manera continua su camino en busca del amor, y a los 20 años conoce a quien para él fue, es y seguirá siendo el gran amor de su vida, JOHANA una niña de 18 años que antes de ser su novia era su cuñada, porque Andrés anduvo con su hermana. Sin duda una relación desde el inicio muy diferente donde las locuras provocadas por el amor se notaban a flor de piel, ella abandono la escuela en México y se vino a Oaxaca para estar con él. Con el desagrado de la mamá de Johana Andrés hacia lo que sea por verla. Estaban enamorados y pensaron en casarse, pero ella no quería que fuera en la ciudad de Oaxaca, así que decidieron irse a Puerto Escondido donde estuvieron ocho días con el pretexto de un viaje de estudios. El momento de casarse había llegado pero algo pasó y los planes se derrumbaron en último momento, ella ya no quizo hacerlo a pesar que fue su propuesta. De regreso a la ciudad bastaron pocos días para que Johana dijera que todo había terminado y que nada era igual y así vio terminar la historia de amor que para él era la más perfecta, la ideal, la indicada. “Ella fue un gran impulso en el rumbo de mi vida, mi loca acompañante, si amiga en las buenas y en las malas, lástima que la felicidad no fue eterna, veinte meses fueron pocos”. Andrés aun recuerda y tararea la canción que le dedicó, “flor de loto” de héroes del silencio.
Realmente dolío que ella se fuera, y a partir de ese momento Andrés decide entrar al seminario para ser sacerdote pero no lo aceptaron porque confesó que había tenido novia y lo había dejado. Otro anhelo de su vida que no podía cumplir. Apoyado en su carrera aprendió a manipular a las personas y encontrar el punto exacto donde atacar, aprendió a detectar las carencias de las mujeres y así tuvo muchas novias mas, inclusive tenía dos en el mismo salón.
Después de terminar sus estudios profesionales como Lic. En psicología trabajó para el Sector Salud, dedicado a entregar la mercancía iba de un lado a otro, y llegó a Tuxtepec donde conoció a América, después de un mes de novios comenzaron a vivir juntos y cuatro meses después estaban esperando bebé, la noticia trajo algunos conflictos para él, pues su novia estaba en Oaxaca y nunca supo la existencia de América hasta el momento que él le dijo que no podían seguir juntos porque un bebé tocaba a su puerta. Ahora América es su esposa y le ha regalado lo mejor de su vida, un bebé de cuatro años. “mi hija es mi amor verdadero, es traviesa, es todo un caso” dice Andrés emocionado.
Él es Andrés, un hombre que más que creer en el amor de pareja cree en un reforzador sexual, un individuo feminista admirador de las mujeres libres e independientes capaces de defenderse, un individuo con una vida amorosa intensa pero diferente.